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También es necesaria una institucionalidad científica, ya que aquí hay muy buenos investigadores que trabajan con los ecosistemas marinos, por lo que tenemos que creer en su trabajo y sus resultados. Tenemos que apoyarlos a la hora de tomar una decisión en cuanto a la protección de nuestro océano. Mientras no creamos en lo que los científicos hacen y que podemos ser promotores de cambios importantes que como sociedad podemos construir, vamos a seguir marcando el paso en esta materia. Si hay un golpe de timón e incrementamos nuestro presupuesto para la ciencia, vamos a vivir en una ciudad mucho más rica, más educada y más desarrollada y mucho más en armonía con su entorno”, destacó. Para Chile, un país con más de 6.400 kilómetros de costa y una economía fuertemente vinculada al mar, la implementación del acuerdo BBNJ representa tanto un desafío como una oportunidad. En un contexto donde el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación amenazan gravemente los ecosistemas marinos, Chile debe asumir un rol proactivo en la conservación y uso sostenible del océano, sobre todo porque es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
En particular, el académico destacó el tratado BBNJ, “que lo que hace es proteger la biodiversidad fuera de las 200 millas, un convenio que firmaron todas las naciones y que ahora se está ratificando”. De esta manera, todos los organismos públicos que se relacionan con el mar, cuentan con una misión de protección ambiental coordinada por el Ministerio para el Cambio Climático. ”Hay una gran alineación entre los propósitos contenidos en los ODS y lo que el gobierno de Nueva Zelandia ha venido trabajando en las últimas décadas. De tal manera, para el logro de los ODS el gobierno neozelandés cuenta con el trabajo de diversas agencias públicas para que el Estado funcione de acuerdo con esta política ambiental de carácter global y encuentre soluciones a los problemas que genera el calentamiento global. En este sentido, uno de los principales esfuerzos fue la creación de un Ministerio para el Cambio Climático que permita una mayor eficiencia en el trabajo medioambiental y evite la duplicación de procesos. El Convenio MARPOL corresponde a un conjunto de normas internacionales del cual Chile es parte, contiene normativas para regular el arrojo de determinados elementos considerados basuras que normalmente son generados a bordo en un viaje de pesca, de esta manera se pretende fomentar con este trabajo el cuidado de nuestros Océanos.
En 2015, los líderes mundiales adoptaron la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030, que incluye 17 objetivos globales. El Objetivo de Desarrollo Sustentable 14 “Vida bajo el agua” y sus 10 objetivos especifican lo que debe hacerse para mejorar la salud del océano. También tenemos el Acuerdo de París, en el cual las naciones se comprometen a reducir sus emisiones de carbono y mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2ºC.
Tenemos la convicción de que nuestro país puede asumir este desafío y, con ello, abrir nuevas oportunidades para Chile”. El senador Ricardo Lagos precisó que “esta es una actividad que hacemos junto a la comunidad ya por cuarto año consecutivo. Tiene el objetivo de generar una visión, una mirada, sobre la importancia del océano a nivel global y la importancia que tiene para nosotros, los chilenos.
Hay Festival Pedro Cateriano, en conversación con David Marcial Pérez
Chile debe trabajar estrechamente con otros países de la región para coordinar esfuerzos en la creación de corredores y áreas marinas protegidas y en la implementación de políticas de gestión sostenible de los recursos. Así lo manifiesta la doctora en Ecología Experimental Carolina J. Zagal, una de sus fundadoras y quien es Presidenta de Oceanósfera “A pesar de la importancia del océano, existe un alto nivel de desconocimiento acerca de las especies marinas, su valor y los problemas que enfrentan. A través de nuestras actividades y recursos de educación ambiental marina, acercamos el océano a las personas para fomentar la adquisición de conocimientos, inspirar cambios de comportamiento responsables, tomas de decisiones informadas y promover acciones ambientales que contribuyan hacia su cuidado y sustentabilidad”.
No compres productos que afectan la vida marina
Chile firmó este acuerdo en septiembre del mismo año, y ratificó el tratado en enero de 2024, mostrando su compromiso con el cuidado del océano. De esta forma, nuestro país fue el primero en el mundo en oficializar su compromiso para su conservación y el segundo en depositar el texto del acuerdo en la ONU. Con más de tres décadas dedicadas a la investigación de los océanos, Ulloa ha liderado iniciativas de relevancia nacional e internacional. Entre sus logros más destacados se cuenta su rol como jefe científico de la expedición que permitió el primer descenso tripulado a la Fosa de Atacama, la más profunda del hemisferio sur, y el descubrimiento de nuevas especies adaptadas a condiciones extremas, como el anfípodo Dulcibella camanchaca.
¿Cómo apoyar la conservación de los mares?
- Tal como hiciera la gran mayoría de los países que integran Naciones Unidas, Nueva Zelandia firmó en septiembre de 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Entonces, sabemos que somos vulnerables, que hay desequilibrios en las cadenas tróficas y que han disminuido las poblaciones de krill.
- Además, la UNAB ha impulsado iniciativas concretas para reducir su impacto ambiental, incluyendo investigación aplicada y colaboración con comunidades costeras.
- Autoridades encabezadas por el vicepresidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, junto a científicos, investigadores, docentes, representantes de la sociedad civil y estudiantes se dieron cita en el Salón de Honor del Congreso en Valparaíso.
Pero también tenemos que comunicar a la sociedad nuestros descubrimientos, para que conozcan el océano y sepan la interrelación que existe entre el océano y nosotros como sociedad”. En los últimos años han nacido, en todo el mundo, organizaciones que trabajan para proteger los océanos. Nuestro país ya ha demostrado su liderazgo en la protección de sus aguas jurisdiccionales, al tener más del 45% de su maritorio con algún nivel de protección. Sin embargo, la implementación del acuerdo BBNJ requiere extender este compromiso más allá de nuestras fronteras marítimas, razón por la cual el Gobierno del Presidente Gabriel Boric ha postulado a Valparaíso para ser sede de su Secretaría.
cosas que puedes hacer para conservar los mares
Cada 8 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial de los Océanos, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de estos vastos cuerpos de agua que cubren más del 70% de nuestro planeta. Los océanos no solo regulan el clima, producen al menos la mitad del oxígeno que respiramos y albergan biodiversidad, sino que también son fundamentales para la economía, el bienestar humano y la vida misma. La introducción de especies piscícolas para satisfacer el mercado internacional significó un gran desarrollo para las comunidades de los esteros y lagos. Nuestros padres y abuelos recuerdan el océano como una fuente abundante de recursos pesqueros, un sustento económico estable para las comunidades costeras, mientras tanto los grandes buques arrasaban el lecho marino para la industria pesquera. Para el Dr. Renato Quiñones Bergeret, director del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, Incar, lo que se está jugando es “la oportunidad de que la humanidad global y local tome conciencia plena de la relevancia del océano en la mantención del planeta como lo conocemos. Una manera de reducir este impacto negativo es usando menos productos cuyos envases sean de plástico.
La comunidad científica tiene décadas advirtiendo que la salud de los océanos se deteriora y como prueba de ello están las cinco grandes manchas oceánicas, también conocidas como islas de plástico. Desde el lunes de esta semana, se está llevando a cabo la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 3, por sus siglas en inglés), que se desarrolla en Niza, Francia. El encuentro, organizado por el país europeo y Costa Rica, reunirá a representantes de más de 190 países para definir medidas concretas en defensa de los océanos.
Conciencia del impacto de los filtros solares
En esa línea, Ulloa presentó su libro “Travesía al Inframundo”, presentado el pasado 8 de junio. El texto describe el viaje realizado por el equipo de biólogos, oceanógrafos e ingenieros que bajaron a 8 mil metros de profundidad para tomar muestras y grabar las primeras imágenes del fondo marino de la Fosa de Atacama. “Necesitamos otras tecnologías”, explicó, “porque el océano es opaco a la luz solar que penetra sólo un par de cientos de metros, mientras que el promedio de profundidad del océano es de cuatro kilómetros. Para poder estudiar el océano a mayor profundidad, tenemos que usar ondas acústicas que viajan a una distancia mucho mayor que la luz”. “Tenemos una gran responsabilidad como científicos, por un lado, de explorar aquellas regiones del océano que aún no se conocen y descubrir ecosistemas de cuya existencia ni siquiera tenemos conciencia.
En este Día Mundial de los Océanos, recordemos que la salud de nuestros océanos es la salud del planeta y, por ende, la nuestra. El acuerdo BBNJ nos brinda una herramienta poderosa para proteger la vida en los vastos y vitales ecosistemas de alta mar, y su implementación efectiva en Chile y en todo el mundo es una responsabilidad colectiva de todos quienes viven en este hermoso remo extremo país. Asimismo, el oceanógrafo agregó que trabajar en la descontaminación es fundamental.
Es un esfuerzo conjunto que desarrollamos con la Universidad de Valparaíso y con la academia en general, organizaciones de la sociedad civil y entidades internacionales que están preocupadas por la salud del océano, que, en definitiva, es también la salud de todos nosotros”. El país está intentando ser protagonista de esto y me parece que se ha involucrado bastante”. Pese a su reducido tamaño, el país oceánico concentra el 10 por ciento de todas las especies marinas del planeta. Debido a esta diversidad que desde el año 1998 cuenta con una activa política de protección ambiental, impulsada por distintas agencias públicas relacionadas con el mar, hoy lideradas por un Ministerio para el Cambio Climático. Además, la UNAB ha impulsado iniciativas concretas para reducir su impacto ambiental, incluyendo investigación aplicada y colaboración con comunidades costeras. Un ejemplo destacado de este compromiso es el trabajo desarrollado por el Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ), que promueve activamente la investigación, la educación ambiental y el vínculo con el entorno.
